martes, 10 de mayo de 2011

TRATAMIENTO MÉDICO


En general la franqueza, la explicación de su problema, la incidencia en que su capacidad intelectual es normal o superior, ayudan a crear un clima que favorece la intervención del terapeuta. La dificultad estriba en generalizar esa actitud positiva al resto del entorno de los niños: familia y escuela.

El Aporte del Psico-Pedagogo/Educador Diferencial en el Tratamiento del  Disléxico:

  • Es fundamental y muchas veces exclusivo en el tratamiento de las Dislexias leves o moderadas aisladas (sin otro cuadro asociado 1ario o 2ario). También es fundamental  en el tratamiento de las Dislexias Acompañadas y/o Dislexias Complicadas.
  • Mantener contacto cercano con el Profesor de Curso al cual le podrá remitir  Orientaciones e Indicaciones Específicas para el manejo de la Dislexia.  
  • Mantener contacto cercano con la Familia a la cual le podrá remitir  Orientaciones e Indicaciones Específicas para el manejo de la Dislexia.
  • Mantener contacto cercano con los otros profesionales que participan en el manejo de la Dislexia.
  • De acuerdo al Plan de Tratamiento aplicar las estrategias y actividades para lograr los objetivos definidos. Dentro de esto se comprenden:

1. Estimulación y Desarrollo de las llamadas Funciones Básicas (para el aprendizaje de la lecto-escritura).
2. Desarrollo de las habilidades para reconocer y discriminar auditiva y visualmente los sonidos de la lengua y su escritura.
3. Desarrollo de las habilidades para reproducir oral y gráficamente los grafemas de la lengua.  
4. Estimulación y desarrollo de la memorias auditiva, visual y cinestésica imprescindibles para el proceso lecto-escritor.
5. Estimulación de los procesos cognitivos verbales.
6. Desarrollo de la Función Integradora de los múltiples y diferentes elementos que conforman los escritos para comprenderlos en profundidad.
7. Entre otros...   

El Aporte del Médico Neurólogo/Neuropsiquiatra en el Tratamiento del Disléxico:

  • Establecer  las prioridades, secuencias y complementariedades en la aplicación de las diferentes terapias necesarias y disponibles,  a partir de la información global disponible sobre el niño.
  • Decidir, aplicar y conducir tratamientos farmacológicos necesarios y a veces imprescindibles tendientes a atenuar o superar los elementos  angustiosos y/o depresivos, presentes (ya sea emergentes o crónicos) en el cuadro global del niño.
  • Decidir, aplicar y conducir el tratamiento farmacológico necesario y a veces imprescindible tendiente a atenuar o superar el Déficit Atencional frecuentemente asociado a la dislexia.
  • Decidir, aplicar y conducir psicoterapias relacionadas con la los Trastornos de Personalidad, Síndromes Depresivos, Defectos Severos de la Auto-imagen.
  • Decidir, crear y aplicar las Terapias Específicas tendientes a estimular el desarrollo de las Funciones Neuro-psicológicas Deficitarias en el cuadro global del niño disléxico. En este punto destacan la memoria, la función atencional, las capacidades de analítico-síntetica, de abtraccion y categorización, etc.    


El Aporte del Psicólogo en el Tratamiento del Disléxico:

  • Orientar al Profesor de Curso en el manejo diario de los aspectos emocionales que forman parte de su personalidad o forman parte de patologías emocionales asociadas o son cuadros reactivos al problema de aprendizaje del niño disléxico.
  • Aplicar los tratamientos psicoterapéuticos específicos en las patologías emocionales asociadas y/o cuadros reactivos al problema de aprendizaje del niño disléxico.
  • Derivar a Neurología/Neuro-psiquiatría a aquellos niños que a su juicio pudieran necesitar tratamiento farmacológico en relación a algunas de situaciones a su cargo (el psicólogo no está preparado ni autorizado para el uso de farmacoterapia).


El Aporte del Fonoaudiólogo en el Tratamiento del Disléxico:
Está restringido a aquellos casos en los que  la Dislexia se da en un marco de compromiso más amplio de la comunicación. Por ej. : Dislalias asociadas, disfasias, retardos del desarrollo del lenguaje, etc.
Los especialistas en Dislexia podrán intervenir terapéuticamente mediante técnicas neurocognitivas y neuroemocionales, desde una comprensión neuropsicogenética, que permitirá la comprensión de la disfunción cognitiva del niño y de sus conductas de defensa y de frustración.
Con respecto a la medicación que reciben los chicos que presentan dislexia, se presenta una disyuntiva importante entre los profesionales entendidos en el tema.
Por un lado los psicipedagogos sostienen que el chico con dislexia no debe de medicarse, cabe aclarar que no se lo medica porque presente dislexia, sino porque generalmente son chicos hiperactivos que no logran concentración en el aula y para favorecer la misma se les suministra un medicamento de nombre "Ritidina" que logra que los mismos permanezcan con un ritmo de actividad moderado. Los profesionales de ésta área sostienen que los chicos deben "educarse" para permanecer en el aula y no "medicarse". Estos profesionales, consideran que la "dislexia" en una disfunción que se produce en el proceso de enseñanza aprendizaje y por la cual los chicos que padecen tal disfunción tardan más en acomodar sus estructuras mentales  para comenzar a leer y escribir.
Los neurólogos, en cambio, mantienen otra postura. Ellos opinan que es muy difícil encontrar a un chico que presente "dislexia pura" la mayoría viene acompañada con alguna otra alteración y es por eso que ellos medican esa alteración, no es la dislexia lo medicable.
Se ha notado que los chicos que han sido medicado no aumentan su rendimiento escolar, sólo bajan sus niveles de actividad en el aula, puesto que no molestan a sus compañeros cuando terminan de hacer sus tareas, pero están mayormente "desconectados" de lo que sucede en la aula, se los siente ausentes de la clase. 
Existen múltiples programas de tratamiento para la dislexia. No todos tienen la misma credibilidad científica. Se debe intentar que:
1. El programa este orientado hacia el entrenamiento fonológico, aspecto disfuncional en el que se sustenta la dificultad lectora.
2. Ha de estar orientado al problema. La dislexia mejora mediante tareas relacionadas con la lectura.
3. El profesional deberá trasmitir su hipótesis de trabajo, e implicar al entorno familiar y educativo en la mejora del trastorno del niño.
Debe ser un Tratamiento basado en un Diagnostico Global: lo cual implica específicamente que no debe ser circunscrito solo a los problemas y funciones específicas del aprendizaje sino que debe ser necesariamente ampliado a los aspectos de personalidad y emocionales comprometidos, a los factores familiares en juego, al resto de las funciones neuro-psicológicas afectadas.

Debe ser un Tratamiento multifocal en la medida de lo necesario y lo posible :
·      En el deben participar indudablemente el Profesor de Curso, el Psico-pedagogo/Educador Diferencial y la familia. 
·      De acuerdo a la existencia y magnitud de otras funciones neuro-psicológicas o trastornos asociados 1arios o 2arios suele ser necesaria la participación de fono-audiólogos, psicólogos y   neurólogos/neuropsiquiatras.    

Debe ser un Tratamiento en Evaluación permanente: debe existir no solo una evaluación inicial y final, sino que, además, múltiples evaluaciones intermedias que se ejerzan sobre cada uno de los participantes (y no solo sobre el niño), lo cual permitirá corregir o complementar o readecuar los diagnósticos iniciales y los diferentes aportes terapéuticos. 

El tratamiento de Dislexia debe ser guiado por el “sobreaprendizaje”. Es decir, volver a aprender la lecto-escritura, pero adecuando el ritmo a las posibilidades del niño. También hemos de tener en cuenta que tanto en la escuela como en casa, para un niño disléxico las tareas escolares le van a ocupar más tiempo y esfuerzo que a otro niño cualquiera, lo que las convierte a veces en un trabajo arduo y pesado, y por tanto, una tarea que causa frustración y rechazo. Por ello, en la reeducación es importante encontrar actividades que sean motivadoras para el niño acercándole de una manera más lúdica a la lectoescritura. Además el tratamiento dependerá de la edad y momento evolutivo del niño. La necesidad de este tratamiento diferenciado está muy unido a los cambios en el curso del trastorno.
El tratamiento se lleva a cabalidad según las diferentes edades para  incidir de manera preventiva; el aumento de la conciencia fonológica y desarrollo de la lectura. Para ello se utilizarán materiales orales (aún no se ha comenzado la lectura), en los que los niños deberán crear rimas, derivar palabras, dividir palabras en sílabas, etc.
1. Entre los 6 y los 9 años los objetivos serán por un lado aumentar la conciencia fonológica; tanto oral como escrita; y por otro mejorar la automatización de la mecánica lectora. Para lo primero se utilizarán recursos similares a los de la etapa anterior; para lo segundo se tratará de lograr que el niño practique lo más posible la lectura en voz alta. Tanto en este momento, como en los posteriores, es fundamental que el sujeto lea lo más posible como forma de mejorar sus habilidades. Sin embargo esto no es tarea fácil, ya que al niño o adulto con dislexia el leer puede resultarle una tarea agotadora y poco grata. Por tanto será fundamental encontrar textos adecuados a la edad e intereses del sujeto y motivarle de forma que leer le resulte una actividad atractiva. En esta misma línea también será fundamental concienciar a los padres y profesores de estas edades de las dificultades del niño, de forma que no se le exija por encima de sus posibilidades ni se sienta inferior a sus compañeros.
2. A partir de los 10 años está comprobado que es difícil aumentar la conciencia fonológica y la automatización de la lectura. Desde este momento los objetivos serán diferentes; buscando fundamentalmente la enseñanza de estrategias de comprensión de textos (búsqueda de palabras claves, subrayado, resumen, etc.)

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